
Saludos, lectores (si es que alguno se ha mordido la lengua y no ha soltado un sonoro "Muse otra veeeeeez" mientras cerraba el blog entre maldiciones). Hoy os traigo más y más de lo mismo, es decir, Muse. ¡Y lo traeré hasta que muera! ¡Jajajaja! En realidad tan solo quedan tres discos por comentar, si incluimos este, de modo que contened los insultos y demás groserías y guardad las palas. ¡Los tridentes también! Vale, el disco que nos ocupa hoy es Black Holes And Revelations, lanzado en verano de 2006, cuya portada produce escalofríos (se supone que son los cuatro jinetes del apocatástasis o nosequé). El estilo que predomina en este trabajo es mucho más experimental. ¿Se podría decir que este es el inicio del fin? Pues se podría. Pero bueno, al fin y al cabo eso es lo que nos mola, criticar y criticar (aunque aquí tampoco es que vayamos a encontrar nada digno de tiro al blanco).
Black Holes And Revelations es posiblemente el álbum más icónico de Muse y yo creo se encuentra entre los mejores realizados por la banda, a pesar del evidente declive que empieza a manifestarse en algunas de sus pistas. El mismo Bellamy admitió que el álbum se había visto influenciado por artistas algo más electrónicos (se ve a la legua). Las letras, sin embargo, siguen tratando temas políticos, conspiranoicos (no podían faltar) y demás barbaridades.
Gran parte del trabajo fue grabado en Francia, para evitar distracciones y presiones por parte de la discográfica, aunque finalmente fue terminado en Nueva York. El lanzamiento tuvo buena recepción por parte de la crítica. A diferencia de sus predecesores, Black Holes And Revelations logró incluirse en importantes listas (como la realizada por la revista Q magazine de los mejores álbumes británicos de la historia) e incluso logró obtener el tercer puesto en la lista de mejores discos del año de NME.
Sin embargo, y como ya dije, hay ciertos aspectos que hacen que este trabajo no alcance el título de obra maestra. Echémosle un vistazo, pues:
Take A Bow: ¡Corre, la escopeta! ¡Vuelven los arpegios! Y sí, en eso no han cambiado nada. Benditos arpegios de sintetizador con los que empieza Take A Bow, a los que Matt no tardará en unirse con ese famoso efecto eco en la voz. Pasa un minuto y medio y empieza la marcha. El bombo de la batería entra para acompañar a un montón de sintetizadores que revolotean por nuestros oídos en busca de aprobación (los británicos prefieren empezar hablando en plata, para que no nos llevemos sorpresas inesperadas más tarde). Lo mejor y más destacable de la pista es el trabajo vocal de Matt, creo yo, que se presenta muy dignamente, además de ese fantástico guitarreo que entra en la segunda mitad del tema. Al final llegan los coros, que han escuchado el alboroto y no han podido resistirse. Resumiendo, una progresión bastante aceptable, aunque abuse de teclados y efectos. Termina con gato (glorioso).
Starlight: Arriesgado, muchachos, muy arriesgado. ¿Meter dos canciones seguidas sin un potente riff de guitarra y bajo? ¡Habrase visto! En efecto, amigos míos, Starlight rompe con las reglas. Se trata de cierto tema en el que predomina una melodía dulzona de piano, que aunque ya es considerada por muchos un himno de la banda, no tiene nada que envidiar a Plug In Baby o a Hysteria. Aún así, puedo deciros que esta canción se encuentra entre lo mejor del álbum que nos ocupa. Esto se debe, principalmente, al papel desempeñado por guitarras y sintetizadores a partir del segundo noventa (aunque Matt también destaca al micrófono). Esos versos que dicen "I'll never let you go / If you promise not to fade away / Never fade away" constituyen el punto álgido de la canción. En conclusión, una pista recomendable con una temática popera bastante chula.
Supermassive Black Hole: Con un sencillo y marchoso riff que roza la perfección se abre esta obra maestra, en la que Matt brilla como pocas veces al micrófono (utiliza un tono bastante agudo que es digno de alabanzas). Los sintetizadores se echan a un lado, dejando que sean guitarra, bajo y percusión los que dicten sentencia. El estribillo está repleto de coros que van sumándose unos a otros al más puro estilo espacial. Francamente curioso. Los versos "Glaciers melting in the dead of night / And the superstars sucked into the super massive" son de lo mejorcito. Resumiendo, un tema que agradará tanto a los amantes de la etapa más comercial de Muse como a los fans de toda la vida. Una auténtica maravilla. La batería electrónica a cargo de Dominic también es para quitarse el sombrero.
Map Of The Problematique: Ellos intentaron avisarnos. ¡Trataron de decírnoslo entonces, pero no quisimos escucharles! ¡Maldición! Bueno, dejando de lado los desvaríos, debo advertiros de que hemos llegado a la pista más electrónica del disco (¡Todos al suelo!). Se trata de Map Of The Problematique, alias El Principio Del Fin. ¿El qué? ¿Que me vaya a dónde? Pues nada. Amigos, yo no estoy diciendo que la canción esté mal. En absoluto. ¡Dios me libre! Lo que trato de decir es que este es el momento en el que Muse deciden cruzar esa peligrosa línea que separa el rock de la electrónica. Bueno, vamos a sintetizar (es gracioso porque hay sintetizadores). Una solitaria guitarra (con un efecto bastante chulo, por cierto) es la que introduce la canción, aunque tranquilos, nuestros amados sintetizadores no tardarán en unirse para darle un toque de chunda chunda a todo el asunto. Vienen acompañados por una sutil guitarra acústica que es, en mi opinión, lo mejor de esta introducción. Con tono marchoso pero oscuro da comienzo la estrofa, propia de una discoteca de ultratumba. Y entonces llega el estribillo, que se nos presenta muy decentemente, la verdad, con esos coros que recuerdan, en cierto modo, a los de Supermassive Black Hole. Bueno, en el fondo he de decir que esta pista no me disgusta, pero la desgraciada dirección que toma es evidente. Y no es que culpe directamente a Map Of The Problematique como tema (bueno, igual un poco), sino que más bien culpo a todo lo que, de alguna manera, desencadenará. Porque lo que viene a partir de ahora, tiene tela (me refiero a los últimos discos lanzados por los británicos, que son como para echarse a llorar, la verdad, sobre todo el último).
Soldier's poem: Una balada cuya única instrumentación consiste en una guitarra acústica y una ligerísima percusión. Matt deja entrever su lado más tierno y blablabla. En la segunda mitad también entran unos coros dulzones que parecen tratar de imitar a los Beatles (en vano). Todo muy sencillo y tranquilo. Paz y amor. En fin, la única pega que se le puede sacar a esta canción es el hecho de que haya sido compuesta con el fin de actuar descaradamente como relleno. Aparte de eso, esta pequeña no hace ningún daño. ¡Miradla! ¡Si es como un cachorrito!
Invincible: Tarda en arrancar, pero al final lo consigue, ya veréis. Tras más o menos dos minutos y medio de tamborileo militar, órganos de iglesia y voz intimista (cortesía de nuestro querido Matt), llega uno de los momentos más brillantes de todo el disco. Tanto la estrofa como el estribillo nos presentan una nueva y desconocida faceta de un grupo que no para de sorprendernos (para bien o para mal). El solo que encontraremos al final de la pista da a conocer el virtuosismo de Bellamy a la guitarra, que había permanecido bajo llave hasta el momento. Una temática bastante alegre, quizás algo melancólica, predomina durante los cinco minutos que dura el tema. El caso es que Invincible no se parece a nada de lo que Muse han hecho antes. Aquí se dan a conocer algunos aspectos de la banda de los que ni siquiera habíamos oído hablar. Es como un paréntesis situado en mitad de la trayectoria del trío. En conjunto, una pieza muy pero que muy curiosa, sin duda, y también muy recomendable.
Assassin: Vuelven las guitarras potentes y los riffs poderosos, esta vez de la mano de una impresionante y contundente batería (Dominic se marca un solo de padre y muy señor mío al principio de la canción). La verdad es que la estrofa pasa bastante desapercibida, pero el estribillo recupera nuestra atención con un estilo muy grandioso (regresan los coros de Supermassive Black Hole, que habían quedado tirados por el estudio y había que aprovecharlos antes de que caducasen). Por lo demás, una estructura sencilla y una temática entretenida, pero nada más allá.
Exo-Politics: ¡Bum! ¡Sorpresa! De pronto nos topamos con un riff de guitarra que parece sacado del Favourite Worst Nightmare de los Arctic Monkeys. Una temática sencilla y animada (dentro de lo que cabe esperar de este trío) que recuerda en cierto modo a algún que otro tema indie rock (aunque todavía desconozco el significado exacto de la palabra). De ninguna manera podía faltar esa percusión potente (da la sensación de que Dominic va a reventar el bombo a palos) ni tampoco esos grandiosos sintetizadores, que hacen un trabajo bastante discreto aquí, lo que es de agradecer. He de decir que a mí me gusta mucho Exo-Politics, aunque la verdad es que casi siempre me canso y la suelo dejar a la mitad. Creo que deberían haberla dejado en dos o tres minutos de duración para que fuese más fácil de escuchar, porque cuatro me parece demasiado. Aún así, un trabajo bastante guay.
City Of Delusion: Esta vez parece que los británicos se decantan por el flamenco. Una fabulosa intro de guitarra acústica es la encargada de presentarnos City Of Delusion, una de las piezas más curiosas del disco. Wolstenholme está magnífico con ese bajo tan bien llevado y Bellamy nos presenta un estribillo que pone la piel de gallina. ¿Eh? ¿Que qué pasa con Dominic? Pues una vez más, está para quitarse el sombrero. En general, un tema en el que destacan todos los miembros de la banda, y también los que no son miembros de la banda, como ese extraño sujeto que se marca un solo de trompeta (no es broma) en mitad de la pista, o toda esa orquesta que crea una ambientación sencillamente espectacular. Todo estupendo, la verdad. Bravo.
Hoodoo: Y llegamos a la recta final, en la que predomina la temática spaghetti western (en serio). Tras una intro digna de Por Un Puñado De Dólares, llega lo que, en un principio, parece una balada soporífera. ¡Pero no! Porque sobre la mitad de la canción entran la batería, el piano, la orquesta y yo qué sé qué más. Aún así, Hoodoo pasa muy desapercibida. Esto es, principalmente, porque si lo que queremos escuchar son excesos absurdos a la par que geniales, solo tenemos que darle a siguiente en nuestro reproductor. Llega Knights Of Cydonia.
Knights Of Cydonia: Esta es la obra cumbre de la literatura... ¿Qué? ¡Ah! Pues la obra cumbre de la discografía de Muse, entonces. Sí, eso es. ¡Y no es para menos, la verdad! Porque Knights Of Cydonia es un auténtico festival de excesos, barbaridades, efectos, artificios y, en geneal, cosas tremendamente divertidas, absurdas, rídiculas y fabulosas a la vez. Para describir bien esta ensalada multicolor de sonidos se podría decir que Knights Of Cydonia es la suma de todo lo que hemos visto hasta ahora en Black Holes And Revelations pero multiplicado por mil. Vale, igual me he pasado un poco, pero bueno, ya veréis de lo que hablo cuando escuchéis esta maravilla. Tras una intro que podría haber sido sacada perfectamente de la banda sonora de Cowboys Vs Aliens (Dios bendiga esa película), comienza el espectáculo. A lo largo de los dos primeros minutos se desarrollan varias melodías corales que desembocan en un riff cuyo ritmo nos sitúa a lomos de un corcel en mitad del desierto (muy curioso todo). En la estrofa, Matt canta con un tono suave e intimista que pone la piel de gallina. El estribillo no tarda en llegar con unos coros sencillamente geniales que van creciendo hasta explotar en una nueva melodía de guitarra que cerrará el tema. Nos encontramos ante una estructura muy simple pero efectiva y también ante una composición que roza la perfección. La voz, la guitarra, el bajo, la batería, los sintetizadores, la trompeta... Absolutamente todo destaca aquí. Esta canción es, sin ninguna duda, una de las composiciones más brillantes realizadas por Muse, y también constituye un final glorioso para este disco, que ya toca a su fin.
Black Holes And Revelations es un álbum francamente bueno, esto es algo innegable, pero lo cierto es que no es Muse en estado puro. Es un trabajo que inicia la etapa experimental de la banda, por lo que no debería considerarse tan merecedor de alabanzas como sus predecesores. Sin embargo, es un disco que me encanta y que nunca me cansaré de escuchar, por muchos cambios que conlleve y por muchas desgracias que vaya a desencadenar. También es cierto que, mientras que en Absolution o en Origin Of Symmetry había alguna que otra oveja negra, aquí todos los temas son bastante dignos y libres de impurezas, lo cual es un punto a su favor. Las piezas más grandiosas son: Starlight, Supermassive Black Hole, Invincible, City Of Delusion y la gloriosa Knights Of Cydonia.
NOTA: 8.5
La verdad es que echo en falta algún que otro tema heavy en el que apoyarme. Y claro, luego está la omnipresencia de sintetizadores (sobre todo en la primera mitad), que yo recortaría un poco. Hay que encontrar el punto de cocción adecuado, ni que falte ni que sobre.
Y se acabó. ¡Uy! ¡Qué tarde se me ha hecho! Pues nada, a cerrar el telón. Un saludo, muchachos.
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