
Saludos, lectores (si es que alguno aún no se ha echado a llorar con inmensa melancolía al leer el título y ha decidido colgarse de algún poste y blablabla). ¡Paciencia, amigos míos! ¡Paciencia, os lo imploro! Lo más seguro es que muchos de vosotros hayáis oído hablar acerca de este álbum, cuyo título provoca vómitos y diarrea en medio mundo, además de tumores varios. Pero no os precipitéis y esperad a leer la crítica. ¡Ah! También me gustaría que las personas con armas de fuego desalojasen la sala, por favor. Gracias. ¡Adiós! Al grano, que en esta entrada os hablaré del Love Lust Faith + Dreams de nuestros queridos Mars (para muchos ya no tan queridos), que fue lanzado en mayo de 2013. Hablando en plata os diré que el género que caracteriza a este disco tiene poco que ver con el utilizado en trabajos anteriores, por lo que debéis acercaros a él con suma cautela y con la mente abierta de par en par. Ahora, hablemos un poco de todo y de nada.
La verdad es que, en lo referente a la grabación, no hay casi nada innovador, aparte de la introducción de algunos arreglos electrónicos poco afortunados de los que ya hablaré más adelante. Los estadounidenses vieron que This Is War lo había petado y optaron por repetir estrategias (los coros épicos vuelven). El evento The Summit fue realizado de nuevo, aunque de forma algo más austera esta vez.
El estilo más recurrente de este trabajo es el pop rock, aunque también podemos encontrar géneros alternativos, rock sinfónico e incluso... Maldita sea... Vale, en este álbum también podemos encontrar electrónica. ¡Hala, ya lo he dicho! ¿Estáis contentos? Madre mía. No me lo perdonaré nunca. Bueno, que me pierdo. Cabe decir que las doce pistas que constituyen el álbum están divididas en cuatro apartados: Love, Lust, Faith y Dreams (¿Quién lo iba a decir?). Si esta división tiene algún sentido, yo lo desconozco. Comentad por ahí debajo si conocéis el significado de toda esta parafernalia o si es un asunto meramente estético.
¡Ah! Por cierto, esta es la primera vez en la que nos topamos con los llamados bajos machacones. ¿El qué? ¿Que qué son los bajos machacones? Pues mirad, son esos sonidos graves que recuerdan a pedos alienígenas y que funcionan como acompañamiento en canciones electrónicas y derivados. Bueno, ya sabéis, el techno y sus movidas. Ya os avisaré cuando aparezcan.
¡Ah! Por cierto, esta es la primera vez en la que nos topamos con los llamados bajos machacones. ¿El qué? ¿Que qué son los bajos machacones? Pues mirad, son esos sonidos graves que recuerdan a pedos alienígenas y que funcionan como acompañamiento en canciones electrónicas y derivados. Bueno, ya sabéis, el techno y sus movidas. Ya os avisaré cuando aparezcan.
Vale, demos comienzo a la crítica. En fin. Qué ganas de un buen bocata de... ¡Leed la entrada completa y dejadme en paz, hombre ya!
Birth: Una introducción al puro estilo Escape, con una ambientación muy oscura y con una temática progresiva muy bien llevada por la orquesta y la electrónica. Jared llega para susurrar un par de versos y luego se larga otra vez, dejando que sean guitarra y batería los que armen barullo. Los estadounidenses empiezan con buen pie. Aún así, les noto un poco reservados a la hora de introducir guitarreo, cosa que no me entusiasma demasiado.
Conquistador: Pero no hay problema, porque llega Conquistador, con ese poderosísimo riff de guitarra que llena estadios enteros. Jared está imponente al micro, con esas increíbles estrofas que recitan "This is a fight to the death / Our holy war / A new romance / A trojan whore". Sinceramente, el regreso de los coros es muchísimo más digno de lo que esperaba (aquí funcionan como acompañamiento excepcional y en directo son una delicia). La orquesta observa desde lejos, otorgándole un regustillo épico y oscuro a todo este asunto. Concluyendo, un fabuloso tema de rock sinfónico que cualquier fan de la banda cantará a pleno pulmón. Muy recomendable.
Up In The Air: La otra cara de la moneda: la electrónica. Up In The Air mantiene la temática recargada y oscura de las dos primeras canciones, aunque la verdad es que esta vez hay algo más de chunda chunda y derivados. Los bajos machacones aparecen aquí por primera vez (podéis encontrarlos echando un vistazo a la instrumentación de la estrofa). También cabe decir que los sintetizadores hacen aquí su papel estrella. A pesar de todo, esta pista sigue siendo una delicia que no me cansaré de escuchar. Los coros que funcionan como riff son geniales y la guitarra de Tomo, que aquí sirve como acompañamiento, me flipa cantidad. Shannon hace un trabajo de padre y muy señor mío a la batería, con unos ritmos y unos arreglos de aúpa. Sin embargo, lo más destacable es, en mi opinión, esa fantástica y pegadiza letra entonada por un Jared furioso, casi desesperado. También predominan los cambios repentinos de ritmo y de intensidad, como en ese maravilloso pre-estribillo que recita "I'll wrap my hands around your neck so tight with love, love" y que logra poner la piel de gallina. Lo cierto es que es un tema fantástico. El videoclip también es digno de mención (viene a ser como un anuncio de Lexus pero a lo bestia).
City Of Angels: En contraste con la extravagancia y la voluminosidad de Up In The Air, llega una balada relativamente sencilla cuyo tema central es la ciudad de Los Ángeles. Las guitarras y los sintetizadores se echan a un lado, dejando que sean el piano y la orquesta los que lideren la pista. De nuevo, Jared está magnífico al micrófono, entonando unos enérgicos y melancólicos versos que merecen alabanzas. En conjunto, la canción está francamente bien. Posiblemente sea la pieza más sensata de todo el disco.
The Race: Pero no todo tenía que ser bueno. Es el turno de The Race. La principal virtud de este tema es también su principal defeco. Es una pieza que pretende abarcar demasiados ámbitos. Hace amago de fusionar la música orquestal con la electrónica, la música coral y melódica con el rock... El resultado de toda esta locura no es del todo convincente, la verdad. Lo único destacable de la pista es el puente intermedio, en el que Tomo nos muestra otro riff de guitarra bastante aceptable. Por lo demás, nada excepcional. Los bajos machacones hacen aquí su segunda aparición.
End Of All Days: Amigos míos, creía que las baladas soporíferas estaban extintas. Craso error. En esta ocasión, los estadounidenses pretenden ganarse al público con un piano y con unos cuantos teclados mal pagados. Jared se dedica a crear un bucle de estrofas lentísimas que no conducen a nada y que se repiten hasta la saciedad. Cabe decir que el estribillo roza la estridencia. Resumiendo, un tema cuyo único objetivo es el de estar presente.
Pyres Of Varanasi: Es el momento de la ida de olla. Pyres Of Varanasi es una pieza un tanto pretenciosa que parece ambientada en alguna ciudad de Oriente Medio. La música orquestal y la electrónica se mezclan de nuevo para dar origen a una melodía que parece sacada de una banda sonora de una película. Esa primera parte de la canción no está nada mal, la verdad, pero es que la segunda parte es horrible. Una especie de cántico techno-moruno abominable que va creciendo hasta explotar en un sinsentido de bajos machacones. Sencillamente atroz. Eso sí, el siniestro violoncello que abre el tema me parece genial.
Bright Lights: Esta es, seguramente, la pista más comercial de todo el álbum (¡A cubierto!). Debo advertiros de que los afeminados coros que abren la pista no son para nada ortodoxos y de que el estribillo es, posiblemente, la cosa más ñoña que ha existido en el planeta Tierra. Sin embargo, yo opino que la estrofa no está nada mal. Esos extraños y dulces versos que entonan "I've been dreaming / Of things yet to come / Living, learning, watching, burning / Eyes on the sun" me parecen geniales. ¡Sí, amigos! El caso es que esta canción me gusta, no sé por qué. Seguramente necesite tratamiento psicológico.
Do Or Die: Y seguimos en la línea de lo comercial. Do Or Die es un poco más marchosa que su predecesora (ya sabéis, más chunda chunda) y cuenta con MÁS sintetizadores y MÁS bajos machacones. Sin embargo, la estrofa es una maravilla y los coros, una genialidad. Pero lo que hace que aprecie este tema de verdad es su grandioso final, con esos gigantescos versos "Here right now / Under the banner of heaven / We dream out loud / Dream out loud" que Jared canta a los cuatro vientos. Se podría decir que ese es el punto álgido del disco.
Convergence: Del momento más grandilocuente del disco pasamos al momento más pobre. Convergence es una pieza de dos minutos en los que no pasa absolutamente NADA. Una especie de xilófono repite una melodía hasta que se cansa. Ya está. Cuando parece que va a pasar algo, la canción ya se ha terminado.
Northem Lights: Acústica y electrónica se alían en un tema de tono oscuro y siniestro. La orquesta atraviesa aquí su momento de gloria con unos arreglos francamente buenos. Jared hace lo que mejor sabe hacer: cantar susurrando, esta vez acompañado por una sutil guitarra que marca el ritmo. En conjunto, una pista sin muchas complejidades pero con un buen resultado final. Muy recomendable.
Depuis Le Début: Y llega, por fin, una pieza acústica sin trampa ni cartón. Desde luego, parece que se va a llevar la palma, amigos míos. PUES NO. La techno-orquesta no tarda en entrar para dar su último adiós. Esta absurda pista se cierra con treinta segundos en los que se escucha una caja de música, o algo así. Una vez más, carente de sentido.
Y ya está. Se acabó. ¿Qué opináis? Yo no sé qué opinar, la verdad. El disco me mola bastante, en conjunto, pero la verdad es que la calidad media (musicalmente hablando) ha caído en picado. Sinceramente, encuentro este Love Lust Faith + Dreams bastante entretenido. La instrumentación es muy variada y existe una considerable diversidad de temáticas. Jared sigue realizando un excelente trabajo vocal, pero ni de lejos brilla tanto como en discos anteriores. El abuso de electrónica no es un punto a favor. Aún así, opino que hay canciones bastante dignas que no deberíamos despreciar: Conquistador, Up In The Air, City Of Angels, Do Or Die y Northem Lights.
NOTA: 7
Mucha techno-orquesta y pocas nueces. Echo de menos el guitarreo, los berridos de Jared, los estribillos grandiosos... Estos chicos se han dejado muchas cosas por el camino. Cosas que deberían haber conservado para seguir siendo quienes son.
Se acabó, cracks (os llamo cracks porque ya hay confianza). Hasta dentro de un par de añitos, no habrá nada nuevo sobre Thirty Seconds To Mars. A esperar toca. Aún así, pasaos por mi blog, que hay cositas interesantes y... ¡Esperad, no os vayáis! Mierda.
Que descojone con lo del anuncio de Lexus a lo grande respecto al video de Up in The Air por favor.
ResponderEliminarGran crítica como siempre!