
Saludos, lectores (si es que alguno ha aguantado otra semana más sin leer mi blog y no ha sucumbido a la locura). ¿Qué toca hoy? ¿Otro disco de Muse? ¡Claro que sí! Y de hecho, el que nos ocupa hoy es The Resistance, un álbum al que le tengo bastante cariño (o puede que no), dado que fue el primer trabajo que escuché de esta banda tan... maravillosa. Nos remontamos a 2009.
Los británicos vieron que la tecnología se les echaba encima y no quisieron quedarse atrás. Por ello, decidieron que lo mejor sería anunciar, promocionar y, en general, darle bombo y plato a su nuevo trabajo por internet. ¡El futuro está aquí! ¡Claro que sí! Durante el verano de 2009, el trío fue desglosando los temas que aparecerían en The Resistance a través de las redes sociales. Los sencillos que más tarde se publicarían también se lanzaron en formato digital.
En cuanto al género, lo que podemos encontrar en The Resistance es, basicamente, rock sinfónico y derivados. También hay algo de pop, rock electrónico, dubstep... ¡Oh! Me dicen por pinganillo que aún NO hay dubstep. Demos gracias, pues. En lo referente a las letras, tenemos más de lo mismo, solo que con algo más de crítica social esta vez.
Damas y caballeros, que empiece el espectáculo. ¿Eh? ¿El qué? ¿Qué dice? ¡Bah! Dadle a crítica completa y callad, mendigos.
Uprising: El álbum da comienzo con una pista introducida por un riff de sintetizador muy atractivo y pegadizo. Matt entra en acción con un tono plano y sencillo, sin muchos arreglos vocales. Entona una estrofa muy interesante y un estribillo excepcional, con esos hipnóticos versos que recitan "They will not force us / They will stop degrading us / They will not control us / We will be victorious". La temática de Uprising es francamente curiosa: muy rockera, bastante popera e incluso algo bailable (un auténtico despliegue de medios, vaya). Concluyendo, este es un tema buenísimo, y más aún si tenemos en cuenta que está situado en mitad de la fase experimental de la banda. Muy recomendable. Cabe decir que en todo reportaje que se precie debe aparecer esta canción.
Resistance: El nivel se mantiene, amigos, pues llega Resistance, una balada de rock sinfónico plagada de sintetizadores, percusión épica y efectos sonoros que recuerdan, en cierto modo, a la ambientación de Sing For Absolution. El tono etéreo y popero de la estrofa acaba rompiendo en un pre-estribillo bastante rockero que nos sitúa en un anuncio de Skoda. Francamente curioso. Sin embargo, todo lo que hemos escuchado hasta ahora solamente es palabrería, pues la verdadera explosión de sonido llega de la mano del estribillo, que es abierto con un poderoso "Love is our resistance" que pone la piel de gallina. El puente que cierra la pista coreando "We must run" también es fabuloso, y los seis minutos que dura el tema pasan VOLANDO, de modo que no tengáis reparo en disfrutar de esta preciosidad. Venga, todos a escucharla, que no creo que encontréis nada mejor en todo lo que queda de disco.
Undisclosed Desires: ¿Que qué es Undisclosed Desires? Pues mirad, se trata de una balada popera (¿Quién las echaba de menos?) que suele triunfar entre el público adolescente femenino por su letra ñoña y dulzona. La instrumentación está constituida por una orquesta mal pagada y por unos cuantos sintetizadores. He de reconocer que el estribillo no me disgusta del todo (el bajo de Wolstenholme aquí funciona que da gusto), aunque la verdad es que la canción en conjunto viene a ser un montón mierda de cordero prensada. ¡Apaga!
United States Of Eurasia: Y como la cosa iba de baladas, lo mismo daba meter una pieza de techno-pop que una sonata para piano. United States Of Eurasia es una obra muy pero que muy curiosa, y también muy difícil de analizar. El primer minuto consiste en una especie de melodía romántica entonada por Matt de la mano de un piano maravilloso que parece tratar de imitar a Chopin (o algo). La verdad es que no sé muy bien qué decir de esta primera parte. A mí me gusta, pero desconozco si es una genialidad o simplemente una ida de olla (veo más probable la segunda opción). La segunda parte es rock sinfónico puro y duro, con ciertos arreglos corales que pretenden imitar a Queen y que recuerdan bastante a Knights Of Cydonia. La voz, el piano, la batería (bravo, Dominic) y la orquesta llevan otra estrofa hasta el extremo. El estribillo rompe con una melodía moruna muy interesante y el puente nos ofrece otra pequeña dosis de Queen que no está nada mal. Los últimos dos minutos retoman la temática original, esta vez sin voz, solamente con ese excepcional piano y con la compañía de la orquesta, creando una ambientación muy íntima que se relajará hasta desaparecer. ¡Hale, aparcao! ¿El qué? ¿Qué decís? ¿Que qué mil demonios es esto? Pues yo no sé muy bien lo que es, pero la verdad es que la canción me encanta. Y eso es lo que os quiero transmitir: un tema MUY extraño (más aún que Knights Of Cydonia, si cabe) que merece la pena escuchar, al menos para intentar averiguar QUÉ es lo que significa.
Guiding Light: Otro poco de pop, con sintetizadores y cositas varias. El ritmo es algo lento pero potente, y la melodía, bastante alegre. La estrofa no es nada excepcional, pero el estribillo y el solo de guitarra que se marca Bellamy en mitad del tema constituyen una parte bastante entretenida. Aún así, nada del otro mundo, amigos míos.
Unnatural Selection: Para todos aquellos que echaban de menos los órganos de iglesia. Tras una introducción calmadita de unos treinta segundos en la que Matt recita unos versos con algo de crítica social explícita, llega un contundente riff rockero (¡Por fin!) que abrirá paso a la estrofa, también con un tono bastante duro y potente. Toda esta primera parte del tema es una genialidad carente de fallos. El estribillo también es fantástico. Pero como la canción dura nada más y nada menos que siete minutos, lo que hacen los británicos es colarnos en medio de la pista un solo de guitarra con ritmo lento para relajarnos un rato, antes de la llegada de otro estribillo, que cerrará el tema con un tono tremendamente épico. También es cierto que en los últimos quince segundos aparece otro riff muy pero que muy interesante. Concluyendo, una pieza muy recomendable.
MK Ultra: Un curioso riff de sintetizador y guitarra es el encargado de abrir este tema con tono oscuro. La estrofa avanza sin presiones, con un tono calmado y algo siniestro. Los británicos remolonean un poco antes de introducir el estribillo, pero cuando lo hacen... ¡Madre mía cuando lo hacen! El estribillo me encanta. Esos versos de Matt, esa guitarra que acompaña su tenebrosa voz, esa melodía de sintetizador que observa desde lejos, ese excepcional "We are losing control" entonado con efectos al terminar. Una pista maravillosa y muy recomendable. Por cierto, MK Ultra me recuerda mucho a Map Of The Problematique. Bueno, con la única diferencia de que MK es una buena canción, cosa que no puedo decir de la otra (pullita).
I Belong To You: ¿Pero qué es esta bazofia? ¿Me están tomando el pelo o qué? Muchos de vosotros pensaréis que los británicos tenían encima varios litros de vodka cuando compusieron esta atrocidad, aunque yo os puedo decir una cosa: no tantos como cuando la se la vendieron a los productores de cierta compañía cinematográfica. ¡El asunto es que esta canción formó parte de la banda sonora de Crepúsculo! Sí, ya sabéis, la famosa película de vampiros fluorescentes (verídico). El asunto no pinta nada bien, la verdad, y la cosa no mejora a la hora de la verdad. El estribillo está plagado de voces dulzonas y de coros afeminados. Sin embargo, lo peor no llega hasta que Matt decide que está lo suficientemente pedo como para cantar EN FRANCÉS. Sí, amigos míos, este es el fin. Es el momento PRECISO en el que Muse deciden tirar todo por la borda y capitanear un barco sin rumbo hacia un paraíso inexistente que les acabará conduciendo a la ruina musical (la metáfora buena).
Exogenesis Symphony (Overture): La primera parte de esta sinfonía (por llamarla de alguna manera) es una composición orquestal bastante sencilla que va adquiriendo un tono muy siniestro a medida que avanza, hasta que desemboca en unos oscuros coros que entonan el estribillo. Nada especial.
Exogenesis Symphony (Cross-Pollinarion): La segunda parte es mucho más entretenida y tiene algo más de sentido. Matt hace un trabajo fabuloso al piano y también al micrófono (esta vez la orquesta no es protagonista sino que se limita a acompañar el cántico de Bellamy). Sin embargo, lo verdaderamente bueno llega con la segunda mitad de la pista, momento en el que la batería entra de la mano de una respetable guitarra. Probablemente sea lo más destacable de toda la sinfonía.
Exogenesis Symphony (Redemption): La tercera parte es la encargada de cerrar la sinfonía y también el disco. Una gran responsabilidad. Aún así, Redemption constituye otra buena dosis de humo y pretensiones. Montones y montones de nada. Durante los dos primeros minutos, el piano y la orquesta no hacen nada en absoluto para ganarse la aprobación del respetable, por lo que son de nuevo Matt y Dominic los que deberán darle un poco de alegría a todo este disparatado asunto. Si lo consiguen o no es cuestión de opiniones. Yo, sinceramente, opino que no.
Tristemente, aquí acaba The Resistance, dejándonos en un estado de indiferencia absoluto. Es una pena. Creo que este trabajo tiene muy buenas ideas que no se han sabido aprovechar bien. Es un álbum que podría haber sido muchísimo más, una obra maestra del rock sinfónico, pero que se ha querido conformar con un par de arreglos orquestales mal metidos. Tan solo es la sombra de lo que podría haber sido. Pero no todo es malo, claro que no. El disco tiene muy buenos temas: Uprising, Resistance, United States Of Eurasia, Unnatural Selection y MK Ultra.
NOTA: 6.5
Lo que más pena me da del asunto es Exogenesis. Se trata de una obra que tiene innumerables meses de trabajo detrás. Mucho tiempo y dinero. Podría haber sido una sinfonía colosal, épica, maravillosa, pero se ha quedado rezagada y perdida en la inopia. Muchas pretensiones, mis queridos Muse, pero pocas realidades.
Bueno, ya va siendo hora de cerrar el chiringuito. Si comentáis, bien, y si no, pues al demonio con vosotros, hombre ya. Que os tenga que decir yo que comentéis... Vaya tela. Bueno, un saludo, queridos míos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario