
Saludos, lectores (si es que alguno ha logrado escapar con vida de aquella escaramuza que resultó ser la crítica de Drones). La entrada de hoy gira en torno al fabulosísimo Room On Fire de The Strokes, que fue lanzado a mediados del año 2003. Este espléndido disco mantiene el nivel inaugurado en Is This It y refuerza la posición de los neoyorquinos en el mercado rockero. Se trata de un álbum muy completo y entretenido que cuenta con algunos momentos sencillamente irrepetibles. Opino que Room On Fire no tiene nada que envidiar a su predecesor. Personalmente, si tuviese que escoger uno de los dos primeros trabajos de The Strokes, me quedaría con este. ¿El qué? ¡Ah! Claro. Toca situarse.
El pelotazo estaba dado. Ahora solo había que asentar un poco el trasero y esperar a que todo fluyese según lo previsto. Los neoyorquinos no se andaron con milongas y decidieron volver al estudio nada más terminar la gira de Is This It. Las grabaciones empezaron a cargo de un tal Nigel Godrich, que fue puesto de patitas en la calle tras un par de semanas de trabajo. La solución llegó de la mano de Gordon Raphael (encargado del lanzamiento de Is This It), que acudió en el momento justo dispuesto a rescatar a los muchachos. Cabe decir que hubo presiones importantes por parte de la discográfica, lo que provocó una notable aceleración en el proceso de grabación. The Strokes acabaron bastante insatisfechos con el resultado final del disco, dada la rapidez y la tensión con las que había sido realizado.
El género caracteístico de Room On Fire se asemeja bastante al de Is This It. El sonido es algo más nítido y las letras, más variadas. Además, noto alguna que otra influencia punk o incluso funky en determinadas pistas. Por lo demás, la temática viene a ser la misma.
Sin más dilación, damas y caballeros, que empiece el espectáculo. DISCAZO, sí señor.
What Ever Happened: Mi canción favorita de esta maravillosa (hasta el momento) banda. Una pieza sencillamente perfecta repleta de joyas musicales y de grandes momentos. El solo de guitarra que funciona como riff es de los mejores que he oído en toda mi vida. La letra que va evolucionando paralelamente a la canción es fabulosa. Desde ese magnífico estribillo que entona "I want to be forgotten / And I don't want to be reminded / You say please, don't make this harder / No, I won't yet" hasta esa insuperable estrofa que recita "Oh dear, is it really all true? / Did they offend us and they want it to sound new?", pasando por un excepcional puente que dice "You don't miss me / I know" y que pone los pelos como cuerdas que sostienen un navío a la deriva (cómo te mola la metáfora). Una barbacoa de escalofriantes sonidos que te transportan a mil lugares. Una ensalada de melodías tristes y rabiosas y de letras melancólicas y desesperadas. Este tema es genial. Indescriptible.
Reptilia: Reptilia es uno de los grandes iconos de The Strokes. Se trata de una de las canciones más reconocidas y significativas de toda la carrera de la banda. Y no es para menos, ya os lo digo. La pieza se abre con un riff sencillamente increíble que recuerda, en cierto modo, al de Hard To Explain. La estrofa avanza perezosamente para desembocar en un dramático estribillo en el que Casablancas se deja la voz. El solo intermedio me parece genial, sinceramente, al igual que el trabajo vocal de Julian, que se encuentra entre los mejores de toda su carrera. Esta es una pista muy sencilla y efectiva que merece ser escuchada.
Automatic Stop: El tema se inaugura con una estrofa bastante alegre y animada. Un poquito de triqui y otro poquito de traca. El ritmo está marcado por una guitarra acústica bastante funky. Todo correcto hasta aquí. Pero es que luego llega ese increíble pre-estribillo que dice "Didn't understand what to see / Yeah, then I got a different view / It's you... no" y que desemboca en uno de los mejores momentos de todo el disco: el riff. Se trata de una melodía oscura que marca un hermoso contraste, una ruptura con el resto de la canción. Ese momento consigue poner los pelos de punta, francamente. Y claro, luego llega ese fabulosísimo estribillo que entona alegremente "Wait, I'm gonna give it a break / I'm not your friend / I never was" de la mano de una armonía sencillamente excepcional. Resumiendo, una auténtica maravilla.
12:51: La temática alegre y veraniega se mantiene con una pista muy cortita que conseguiría levantar los ánimos hasta a los oyentes del Comedown Machine (pullita). El ritmo es bastante marcado y sencillo. El protagonista del tema es, sin duda, el amigo Valensi, que se luce muchísimo a cargo de un guitarreo francamente entretenido.
You Talk Way Too Much: La canción se abre con un riff muy original y movidito que dará pie a una estrofa francamente divertida. Luego llega el pre-estribillo, que entona "Give me some time / I just need a little time" con tono energético y rabioso. Todo acabará desembocando en un estribillo leve y melancólico que hace gala de unos versos sencillamente magníficos: "You tolk way too much / You talk way too much / It's only the end / It's only the end". Además, el solo es DINAMITA PURA. Me encanta.
Between Love And Hate: Esta pieza se abre con un sencillo ritmo de batería que favorecerá la contundente apertura de la estrofa, sostenida enteramente por el bajo y la guitarra y entonada por un Julian algo más sensible de lo normal. Las influencias funky regresan de la mano de un estribillo bastante calmadito que dará paso a un solo rockabilly que me parece sencillamente espléndido.
Meet Me In The Bathroom: Con una melodía algo deprimente y un nombre muy pero que muy sugerente se inaugura una canción francamente curiosa. La melodía no aporta nada destacable al conjunto del disco, pero creo que la letra merece que le echemos un vistazo o dos.
Under Control: Under Control es un tema bastante alegre que posee un tono veraniego y algo movidito. La verdad es que el estribillo me encanta. Los versos "I don't want to change your mind / I don't want to change the world" me parecen geniales, sinceramente. Muy entretenida.
The Way It Is: Nos encontramos frente a una canción muy cortita y bastante cañera que merece la pena escuchar. El riff rockero que abre la pista contrasta a la perfección con una estrofa algo más popera y blandita. El ritmo está a cargo de una batería electrónica sorprendentemente convincente. En conjunto, una escucha muy rápida y muy divertida.
The End Has No End: Opino que The End Has No End también es una pieza francamente entretenida que merece la pena escuchar. Los versos con los que se inaugura la pista me parecen sencillamente increíbles: "One by one / Ticking time bombs won / It's not the secret of the government / That's keeping you dumb". El tono predominante es relativamente calmado, con alguna alteración durante el estribillo, que recita el título del tema una y otra vez para dar paso a un breve y contundente solo de guitarra.
I Can't Win: Y llega otro riff de calidad de la mano de nuestro queridísimo Valensi. I Can't Win es una canción bastante rápida que cuenta con un par de momentos destacables, como ese solo de guitarra que aparece de la nada o esos grandiosos versos que dicen "Good try / We don't like it / Good try / We won't take that shit". Por lo demás, nada impactante.
Fin de la historia, queridos amigos. Room On Fire es un disco bueno, muy bueno, excepcional, maravilloso, pero no perfecto. Siendo objetivo, creo que este álbum no alcanza el nivel de Is This It. Lo cierto es que los últimos temas demuestran algo menos de dedicación y se nota que hay menos trabajo detrás. La calidad disminuye levemente en la segunda mitad del álbum. Sin embargo, también creo que este disco destaca por tener una gran personalidad y bastante originalidad. Opino que Room On Fire es un trabajo excelente y muy difícil de superar. En mi opinión, los mejores cortes del disco son: What Ever Happened, Reptilia, Automatic Stop, You Talk Way Too Much y The End Has No End.
NOTA: 9.5
Aquí lo dejo, amigos míos. Ahora que ya he terminado con todas las críticas de Muse, seguiré a tope con el resto de la discografía de The Strokes y publicaré nuevas y apasionantes entradas. Hay unos cuantos grupos a los que les tengo pensado dar calor... Jajajajaja ¡Jajajajaja! ¡JAJAJAJAJA! Censurado.
Automatic Stop: El tema se inaugura con una estrofa bastante alegre y animada. Un poquito de triqui y otro poquito de traca. El ritmo está marcado por una guitarra acústica bastante funky. Todo correcto hasta aquí. Pero es que luego llega ese increíble pre-estribillo que dice "Didn't understand what to see / Yeah, then I got a different view / It's you... no" y que desemboca en uno de los mejores momentos de todo el disco: el riff. Se trata de una melodía oscura que marca un hermoso contraste, una ruptura con el resto de la canción. Ese momento consigue poner los pelos de punta, francamente. Y claro, luego llega ese fabulosísimo estribillo que entona alegremente "Wait, I'm gonna give it a break / I'm not your friend / I never was" de la mano de una armonía sencillamente excepcional. Resumiendo, una auténtica maravilla.
12:51: La temática alegre y veraniega se mantiene con una pista muy cortita que conseguiría levantar los ánimos hasta a los oyentes del Comedown Machine (pullita). El ritmo es bastante marcado y sencillo. El protagonista del tema es, sin duda, el amigo Valensi, que se luce muchísimo a cargo de un guitarreo francamente entretenido.
You Talk Way Too Much: La canción se abre con un riff muy original y movidito que dará pie a una estrofa francamente divertida. Luego llega el pre-estribillo, que entona "Give me some time / I just need a little time" con tono energético y rabioso. Todo acabará desembocando en un estribillo leve y melancólico que hace gala de unos versos sencillamente magníficos: "You tolk way too much / You talk way too much / It's only the end / It's only the end". Además, el solo es DINAMITA PURA. Me encanta.
Between Love And Hate: Esta pieza se abre con un sencillo ritmo de batería que favorecerá la contundente apertura de la estrofa, sostenida enteramente por el bajo y la guitarra y entonada por un Julian algo más sensible de lo normal. Las influencias funky regresan de la mano de un estribillo bastante calmadito que dará paso a un solo rockabilly que me parece sencillamente espléndido.
Meet Me In The Bathroom: Con una melodía algo deprimente y un nombre muy pero que muy sugerente se inaugura una canción francamente curiosa. La melodía no aporta nada destacable al conjunto del disco, pero creo que la letra merece que le echemos un vistazo o dos.
Under Control: Under Control es un tema bastante alegre que posee un tono veraniego y algo movidito. La verdad es que el estribillo me encanta. Los versos "I don't want to change your mind / I don't want to change the world" me parecen geniales, sinceramente. Muy entretenida.
The Way It Is: Nos encontramos frente a una canción muy cortita y bastante cañera que merece la pena escuchar. El riff rockero que abre la pista contrasta a la perfección con una estrofa algo más popera y blandita. El ritmo está a cargo de una batería electrónica sorprendentemente convincente. En conjunto, una escucha muy rápida y muy divertida.
The End Has No End: Opino que The End Has No End también es una pieza francamente entretenida que merece la pena escuchar. Los versos con los que se inaugura la pista me parecen sencillamente increíbles: "One by one / Ticking time bombs won / It's not the secret of the government / That's keeping you dumb". El tono predominante es relativamente calmado, con alguna alteración durante el estribillo, que recita el título del tema una y otra vez para dar paso a un breve y contundente solo de guitarra.
I Can't Win: Y llega otro riff de calidad de la mano de nuestro queridísimo Valensi. I Can't Win es una canción bastante rápida que cuenta con un par de momentos destacables, como ese solo de guitarra que aparece de la nada o esos grandiosos versos que dicen "Good try / We don't like it / Good try / We won't take that shit". Por lo demás, nada impactante.
Fin de la historia, queridos amigos. Room On Fire es un disco bueno, muy bueno, excepcional, maravilloso, pero no perfecto. Siendo objetivo, creo que este álbum no alcanza el nivel de Is This It. Lo cierto es que los últimos temas demuestran algo menos de dedicación y se nota que hay menos trabajo detrás. La calidad disminuye levemente en la segunda mitad del álbum. Sin embargo, también creo que este disco destaca por tener una gran personalidad y bastante originalidad. Opino que Room On Fire es un trabajo excelente y muy difícil de superar. En mi opinión, los mejores cortes del disco son: What Ever Happened, Reptilia, Automatic Stop, You Talk Way Too Much y The End Has No End.
NOTA: 9.5
Aquí lo dejo, amigos míos. Ahora que ya he terminado con todas las críticas de Muse, seguiré a tope con el resto de la discografía de The Strokes y publicaré nuevas y apasionantes entradas. Hay unos cuantos grupos a los que les tengo pensado dar calor... Jajajajaja ¡Jajajajaja! ¡JAJAJAJAJA! Censurado.
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